¿Qué es la higiene ambiental? Ejemplos de su importancia

Cuando hablamos de higiene ambiental nos referimos a las actividades que buscan mejorar o conservar ciertas condiciones del entorno que resultan básicas para preservar el bienestar de la población. ¿Por qué son tan importantes estas prácticas? Estas prácticas pueden adoptarse tanto en el hogar, como en las empresas y las granjas animales y zonas de cultivo.

¿Para qué sirve la higiene ambiental?

El principal objetivo de la higiene ambiental es garantizar condiciones ambientales óptimas para las personas. Aquí pueden citarse, por ejemplo, el suministro de agua limpia y segura para el consumo y la higiene. Además, también se incluyen la calidad del aire, que debe ser adecuada para la respiración, así como la correcta eliminación de residuos animales, humanos e industriales.

Como parte de la higiene ambiental encontramos la protección de alimentos contra agentes contaminantes que pueden ser químicos o biológicos. Y, por supuesto, una vivienda limpia y segura, perfecta para desarrollarse plenamente.

De lo anterior se desprende que la higiene ambiental supone el cuidado de factores de tipo físico, químico y biológico ajenos a las personas. El objetivo es prevenir las enfermedades y priorizar un entorno saludable que influye en la calidad de vida.

La ventilación es esencial para la higiene ambiental

Prevención de enfermedades

En pleno siglo XXI, la higiene ambiental resulta esencial para estudiar y prevenir las enfermedades ocasionadas por agentes tóxicos. Pero a la higiene ambiental se suma la medicina ambiental. ¿Sabías que hay más de 100.000 sustancias contaminantes? Estos agentes son perjudiciales para la salud y están presentes en el ambiente debido a ciertas actividades humanas.

Desafortunadamente, estos agentes pueden penetrar el cuerpo humano y causar múltiples enfermedades. Por ejemplo, la legionelosis, producida por una bacteria que nace en el aire acondicionado, las torres de refrigeración, los estancamientos de agua y el agua de red. Por eso es muy importante hacer un mantenimiento y control exhaustivo en estas instalaciones.

En consecuencia, a la higiene ambiental pertenecen las tareas de fumigación, desinfección y desinsectación. Son clave para prevenir enfermedades ocasionadas por bacterias y otros organismos.

Ventilación para la correcta higiene ambiental

La ventilación es lo más importante para mantener y mejorar la salubridad en los edificios y hogares. ¿Y qué es la salubridad? El concepto incluye pautas para mejorar y mantener la higiene, la salud y la protección al medioambiente. Cuando se construye un inmueble o se reforma es importante tener en cuenta las condiciones en materia de salubridad y priorizar, entre otras, el tratamiento de humedades y la calidad del aire.

Existe una ley de aplicación directa que repercute en materia de higiene ambiental y sus consecuencias. Se trata de la orden FOM/588/2017 y es de aplicación obligatoria para las viviendas de obra nueva, así como en intervenciones o rehabilitaciones importantes en edificios. En esta normativa se establece lo relativo a los caudales de ventilación para mejorar la calidad del aire en el interior. En líneas generales, esta disposición establece:

  • Se debe aportar un caudal de aire exterior suficiente. La concentración media anual de dióxido de carbono deberá ser menor a 900 ppm. El acumulado anual de CO2 que exceda a 1.600 ppm debe ser menor a 500.000 ppm.
  • El caudal de aire exterior debe eliminar contaminantes no relacionados con la presencia humana. En consecuencia, el caudal mínimo deberá ser de 1,5 l/s mientras el lugar no está ocupado.
  • Las cocinas deben contar con un sistema de ventilación que sea capaz de extraer los contaminantes generados al cocinar. Estos sistemas deben ser independientes a la ventilación general. Además, es obligatorio que cuenten con una doble extracción mecánica que debe ser general y otra situada sobre la zona de cocción. Esto permite extraer los vapores y demás gases contaminantes.

La ventilación en los locales no habitables

Ya hemos visto que la ventilación es fundamental para los hogares, oficinas y restaurantes, pero también debe ser eficiente en los locales no habitables. A este grupo pertenecen los trasteros, garajes, las zonas comunes, los almacenes de residuos y hasta los aparcamientos. Según la norma antes señalada, estos sitios deben tener una ventilación exterior suficiente como para eliminar los contaminantes que el uso de estos espacios produce.

Debe prestarse atención a las humedades, así como a los olores y a los compuestos orgánicos volátiles, especialmente cuando se trata de trasteros y almacenes de residuos. En el caso de los parkings y garajes, es importante vigilar los niveles de monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno, dos contaminantes habituales en estas zonas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otros artículos que te podrían interesar

es_ESES