En Taxus&Reels somos expertos en bioseguridad y desarrollamos planes de acción que se centran en conseguir la protección de peligros y fomentar el bienestar de animales, vegetales y personas que cuidan de estos dentro de los sectores agrícolas y ganaderos. Pero también trabajamos con la industria alimentaria, claro ejemplo de un buen trabajo higiénico y sanitario. Hoy queremos hablarte de cómo aplicar la bioseguridad en las plantas de alimentos.
La importancia de la bioseguridad en las plantas de alimentos
Ya lo hemos adelantado, la industria alimentaria es un claro ejemplo de trabajo sanitario e higiénico porque un buen servicio y protocolo de bioseguridad permite que los alimentos lleguen en perfecto estado a manos de los consumidores finales.
La bioseguridad en las plantas de alimentos es fundamental para garantizar la inocuidad de los productos que llegan a los consumidores finales. Por lo tanto, implementar medidas adecuadas de bioseguridad no solo protege la salud pública, sino que también fortalece la reputación de las empresas alimentarias y asegura el cumplimiento de la normativa en materia sanitaria.
¿Qué es la bioseguridad en las plantas de alimentos?
La bioseguridad, en líneas generales, se refiere a un conjunto de medidas y prácticas encaminadas a prevenir la introducción y propagación de agentes contaminantes, como, por ejemplo, microorganismos patógenos, toxinas y sustancias químicas, en este caso, a la cadena de producción de alimentos. Estas medidas son fundamentales para evitar brotes de enfermedades transmitidas por alimentos y garantizar la calidad de los productos alimentarios.

Cuando hablamos de bioseguridad, lo más común es pensar en las producciones ganaderas y agrícolas, pero el sector alimenticio también puede beneficiarse de estos protocolos. ¿Y cómo implementarlos?
¿Cómo implementar la bioseguridad?
Diseño y mantenimiento de las instalaciones
Un diseño adecuado de las instalaciones es crucial para prevenir la contaminación cruzada y facilitar la limpieza y el mantenimiento de las plantas de alimentos. Algunas recomendaciones en materia de bioseguridad incluyen:
- Diseño higiénico. Las plantas deben diseñarse con materiales y acabados que faciliten, en todo momento, la limpieza y eviten la acumulación de suciedad.
- Zonas separadas y delimitadas. Dividir las áreas de producción en zonas específicas para diferentes actividades, como, por ejemplo, la recepción de materias primas, procesamiento y almacenamiento, permite minimizar el riesgo de contaminación cruzada.
- Control de accesos. Implementar controles de acceso para restringir la entrada a las zonas de producción a personal autorizado y capacitado es una buena forma de impedir la contaminación cruzada.
- Control de Plagas. El control de plagas es fundamental para mantener un ambiente libre de contaminantes. Las claves para un control eficaz de plagas incluyen las inspecciones regulares para identificar y abordar posibles infestaciones; medidas preventivas a través de la implementación de barreras físicas y prácticas de limpieza que eviten la entrada de plagas, así como la contratación de profesionales en el control de plagas.
Capacitación del personal
La capacitación continua del personal es vital para asegurar que todos los empleados comprendan y sigan las prácticas de bioseguridad en las plantas de alimentos. Las áreas clave de capacitación incluyen buenas prácticas de higiene personal, como el lavado de manos y el uso de equipo de protección personal. También es importante instruir al personal respecto de los procedimientos adecuados para la limpieza y desinfección de las instalaciones y el equipo de producción. Por último, es crucial educar a los empleados acerca de los riesgos específicos de bioseguridad y cómo pueden prevenirlos y mitigarlos.
Limpieza y desinfección, claves de la bioseguridad en las plantas de alimentos
La limpieza y desinfección son pilares fundamentales de la bioseguridad en las plantas de alimentos. En este sentido, las mejores prácticas incluyen:
- Protocolos bien definidos y detallados para la limpieza y desinfección. Aquí deben especificarse los productos a utilizar, la frecuencia de uso de estos y los diferentes métodos de aplicación.
- Realización de controles regulares para verificar la eficacia de las prácticas de limpieza y desinfección previamente establecidas.
- Mantener registros detallados de todas las actividades de limpieza y desinfección.
Monitoreo y control de patógenos en las instalaciones
La detección temprana de patógenos resulta un factor clave para evitar la propagación de contaminantes. Cuando se trata de estos controles, es necesario realizar análisis microbiológicos periódicos en las muestras de alimentos y superficies, pues permiten detectar la presencia de patógenos. También es necesario implementar sistemas de trazabilidad que permitan identificar el origen de cualquier contaminante y, por supuesto, tomar medidas de forma activa.
Por último, hacer evaluaciones de riesgos para identificar puntos críticos de control y establecer las medidas preventivas adecuadas, también forma parte de un buen plan de bioseguridad en las plantas de alimentos.